martes, 16 de marzo de 2021

 CONCECUENCIAS DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL 



– Consecuencias sociales2

Pérdidas humanas

Según diversos registros, la Gran Guerra dejó hasta diez millones de fallecidos y unos veinte millones de militares heridos.

Adicionalmente, algunos estiman que las víctimas civiles llegaron a los siete millones de personas, lo que para muchos países implicó perder a un gran porcentaje de sus habitantes. Esto tuvo consecuencias muy determinantes para las siguientes generaciones.

Por el lado de Alemania, el Reich movilizó a 11 millones de soldados, de los que fallecieron dos millones. Por su parte, el Imperio ruso reclutó a 12 millones de hombres, de los que fallecieron casi dos millones.

En cuanto a Francia, esta reclutó a ocho millones de franceses, de los que fallecieron 1,3 millones; es decir, el 16% de los soldados.

Reino Unido perdió unos 850 000 soldados, Italia perdió a 700 000, y Austria-Hungría perdió 1,5 millones de hombres, que representaban el 19% de todos los soldados reclutados.

Las más afectadas fueron las naciones de menor tamaño: Rumanía, Serbia y Montenegro. Por ejemplo, de los 700 000 soldados enviados por Serbia, fallecieron en batalla unos 130 000.

Adicionalmente, Serbia perdió al 11% de la población, porque fallecieron 540 000 personas en total. Sin embargo, las peores cifras las obtuvo Montenegro, ya que este país perdió el 16% de sus habitantes.

Brecha social y malestar psicológico



La Primera Guerra Mundial propició la creación de una brecha social muy fuerte en la demografía de Alemania, Serbia, Francia, Turquía y Montenegro, lo que ocasionó un malestar social constante, especialmente en las viudas y huérfanos que generó.

Además, aquellos que sobrevivieron tuvieron que lidiar con amputaciones, desfiguraciones y discapacidades permanentes, lo que impidió que llevaran una vida normal en una sociedad donde todavía no existían médicos de rehabilitación ni prótesis modernas.

A su vez, muchos de los soldados que se negaron a participar en las contiendas terminaron en centros psiquiátricos o en prisión, porque no cumplieron con las obligaciones patrióticas que les exigían. En esos casos el protocolo contemplaba ese tipo de reprimenda hacia dichos ciudadanos.

Efectos en la salud

Además de las pérdidas humanas directas, la Gran Guerra también trajo consigo el florecimiento de las enfermedades. Por ejemplo, en 1914 el tifus exantemático epidémico —transferido por los piojos— mató a doscientas mil personas en Serbia, mientras que en Rusia resultaron afectados 25 millones de personas por el mismo padecimiento.

También se extendió la conocida pandemia de gripe de 1918, que mató a 50 millones de civiles en todo el mundo. De igual forma se propagó la gripe española, que fue denominada así porque la España neutral fue el único territorio donde se informó sobre esta, ya que los países involucrados en la guerra censuraron la información.



La pérdida de una generación completa

Algunos historiadores señalan que durante la Primera Guerra Mundial se perdió una generación completa, ya que murieron demasiados hombres jóvenes. Además, los que sobrevivieron permanecieron inhabilitados, lo que les impidió continuar con sus vidas, reincorporarse al trabajo y formar una familia.

A esto se le suma un fuerte sentimiento de desconfianza y desilusión frente a las figuras políticas y los partidos. En este contexto inició un proceso amargo de aceptación de la nueva realidad, en la que los sueños optimistas y las nociones de progreso fueron dejados de lado.

  

Destrucción y altos costos

Algunas zonas de Serbia, Bélgica y Francia quedaron completamente destruidas, por lo que los costos de la reconstrucción llegaron a los cien millones de francos. Además, la esperanza de los vencedores sobre el financiamiento de los costos de la guerra mediante reparaciones aportadas por el equipo vencido resultó una ficción irrealizable.

Reino Unido se convirtió en uno de los países más endeudados luego de haber sido el acreedor del mundo, mientras que Alemania tuvo que lidiar con una inflación gigantesca.

De igual forma, Europa perdió su hegemonía y le dio paso a los Estados Unidos, que se convirtió en el nuevo acreedor del mundo.



Bloqueo económico a Alemania y reparaciones de guerra

En la Conferencia de Paz de 1919, llevada a cabo en París, se impuso el bloqueo económico a la nación de Alemania y se le asignaron las reparaciones posteriores. Los gastos totales fueron 956 000 millones de marcos de oro, que quedaron distribuidos entre el Imperio británico, Francia, Estados Unidos, Rusia, Austria-Hungría e Italia.

La mayoría de estos gastos fueron sufragados como bonos de guerra. Solamente en Alemania los gastos bélicos diarios alcanzaban los setenta millones de marcos; sin embargo, esta cifra aumentó de forma significativa luego del programa Hidenburg.

– Consecuencias políticas

Los tratados de paz

Los acuerdos de paz fueron firmados entre 1919 y 1920. El 18 de enero de 1919 se dio inicio a la Conferencia de Paz de París. Un día que no fue escogido arbitrariamente, ya que el 18 de enero se fundió el Imperio alemán.

En la mayoría de los casos, las negociaciones se llevaron a cabo en secreto y fueron excluidos Rusia y el resto de los países derrotados.

A partir de marzo del mismo año se comenzó a intercambiar información con los países vencidos mediante el Consejo de los Cuatro, donde se reunían los líderes de los países vencedores: Reino Unido, Francia, Italia y Estados Unidos. Posteriormente se firmó el Tratado de Versalles, un acuerdo de paz en el que participaron hasta cincuenta países.

 




 

El Tratado de Versalles 




Los países europeos decidieron castigar duramente a Alemania por su papel en la Primera Guerra Mundial, un acuerdo que pronto atormentaría al mundo.

El 28 de junio de 1919, a las afueras de París, los dignatarios europeos se congregaron en el Palacio de Versalles para firmar uno de los tratados más odiados de la historia. El Tratado de Versalles puso fin formalmente a la Primera Guerra Mundial y, al mismo tiempo, sentó las bases de la Segunda Guerra Mundial. Aunque fue precedido de una conferencia de paz que duró más de un año, no gustó a ninguno de los países firmantes.

Del idealismo al castigo

Durante la Primera Guerra Mundial, el presidente Woodrow Wilson había propuesto los Catorce Puntos, un plan de paz mundial que incluía fundar una asociación de naciones para garantizar la seguridad en Europa e impedir que los países firmasen tratados secretos de protección mutua. Gran parte de ese plan idealista se hundió durante las negociaciones cuando las otras naciones aliadas centraron sus prioridades en las reparaciones.

El propio tratado se basó en culpar a Alemania de la guerra. El documento quitó a Alemania el 13 por ciento de su territorio y una décima parte de su población. La región de Renania fue ocupada y desmilitarizada, y la nueva Sociedad de las Naciones se apropió de las colonias alemanas. El ejército alemán quedó reducido a 100.000 hombres y se prohibió que el país reclutase soldados. Se confiscó la mayor parte de sus armas y su armada se quedó sin grandes buques. Alemania fue obligada a someter a juicio a su emperador, Guillermo II, por crímenes de guerra. Y el tratado exigía que Alemania pagara 269.000 millones de marcos de oro, el equivalente a 33.000 millones de euros.

Los líderes europeos firmaron el tratado en la Galería de los Espejos del Palacio de Versalles, el lugar mismo donde se había creado el Imperio alemán y donde el padre de Guillermo II había sido coronado emperador en 1871. Supuso una bofetada para Alemania, cuyos residentes consideraron la famosa cláusula de «culpabilidad de la guerra» una humillación. (Estados Unidos no ratificó el tratado por la división política entre demócratas y republicanos.)

Las consecuencias del tratado

Aunque existía un deseo real de paz tras la desastrosa guerra, el tratado no logró los efectos esperados. Furiosos por lo que consideraban un duro diktat (una paz impuesta), los políticos alemanes de derechas utilizaron el tratado como punto de encuentro nacionalista. Las abrumadoras reparaciones y pagos redujeron la producción industrial del país y otras fuerzas provocaron hiperinflación en los años 20, que desempeñó un papel en la inestabilidad económica de la Gran Depresión.

Los líderes europeos no estaban satisfechos con el mapa redibujado de Europa y las concesiones que había hecho cada uno en nombre de una paz incómoda, ya que algunos estaban decepcionados por que Alemania no hubiera sido tratada con más dureza aún.

En 2010, 99 años después de que entrara en vigor el Tratado de Versalles, Alemania acabó de pagar el último plazo de su deuda de guerra. Para entonces, llevaban a sus espaldas otra guerra mundial. En la actualidad, el Tratado de Versalles sigue siendo un estudio de cómo, en lo que respecta a la guerra, las consecuencias inesperadas pueden anular hasta las mejores intenciones.



 video 

https://www.youtube.com/watch?v=wdQb2rc0vZ0

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